martes, 30 de agosto de 2011

Un mar de fueguitos.


EL MUNDO

                Un Hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto del cielo.
                A la vuelta contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.

                      - El mundo es eso- reveló-. un montón de gente, un mar de fueguitos.
               Cada persona brilla con luz propia entre todas los demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.

Cuento de Eduardo Galeano  de   "El libro de los abrazos".
 Foto de Marc Benslahdine.

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